martes, octubre 24, 2006

Indígenas, tristeza y muerte

Mow Be, líder de los Nukak Makú (Q.E.P.D)

Por Raúl Ignacio Mesa V.
nachomesa1@gmail.com

Me permito tomar este título de un artículo publicado por la revista SEMANA donde informa sobre el suicidio del interlocutor de la tribu Nukak Makú, Mow be. Y éste “robo” no es porque no tuviera otro más para darle a esta columna sino porque, lamentablemente, es el que mejor define la situación en que viven muchas de las comunidades indígenas en el país. El ejemplo perfecto es por las que pasan hoy los Nukak.

El suicidio de Mow be, el líder de la última tribu nómada de Colombia, al no poder encontrar una solución rápida y efectiva a la situación de desplazamiento por la que está atravesando su pueblo, que ahora se encuentra concentrado en un casco urbano de San José del Guaviare contrario a la tradición de caminantes que anida en sus espíritus, es una muestra de la magnitud de la angustia, el desespero y el abandono de las comunidades indígenas. La responsabilidad histórica es del Estado y, de alguna forma, del país, que siempre ha mirado con desgano e indiferencia a esta población.

Me pregunto si cuando salen noticias que dicen que Colombia es uno de los países más felices del mundo, estarán contando con la opinión y la situación de los indígenas. Porque si es así, estas informaciones no son más que datos estúpidos y desdibujados de la realidad.

Si alguna población ha sufrido, padecido y aguantado la crueldad de la guerra, el acoso y la persecución de los grupos armados, el olvido estatal y la falta de atención a sus necesidades y problemáticas han sido los indígenas que, paradójicamente, son los que le aportan al país la riqueza cultural, la diversidad etnica y ese exotismo de los que muchos se enorgullecen y ufanan.

Me hubiera gustado que el título de éste artículo fuera Indígenas, cultura y diversidad o Indígenas, cultura y tranquilidad, pero lamentablemente éste gusto será esquivo y, sobretodo en la actualidad, casi un imposible.

Por ahora y hasta que nos se tomen las medidas del caso, se reconozcan los derechos de las comunidades indígenas del país, se les escuche sus problemáticas y se les den las garantías para que se desarrollen en su ambiente natural, el título de este artículo seguirá siendo el mismo: Indígenas, tristeza y muerte.

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