martes, octubre 17, 2006

El "otro" en nosotros

Por Raúl Ignacio Mesa V.
nachomesa1@gmail.com


“Debemos entender que 'el otro' no existe; 'el otro' somos nosotros mismos", respondió Orhan Pamuk al programa de noticias The News Hour cuando estos le preguntaron sobre el mensaje principal de su obra, en una entrevista realizada horas después de que la Academia Sueca de la Lengua le otorgara al escritor turco el Premio Nobel de Literatura 2006.

Sin duda este es un reconocimiento a una voz que se ha alzado desde sus novelas y sus declaraciones por el respeto, la tolerancia y por ser un puente entre la cultura occidental y la oriental, en lugar de “agrandar los abismos interculturales”. Pamuk es productor de esa literatura que plantea una tesis y nos enfrenta con eso que no queremos ver. Esta literatura valiente cumple con lo que decía George Orwell sobre la libertad de expresión: decir lo que la gente no quiere oír.

Así quedó demostrado cuando en febrero de 2005, durante una entrevista con un periódico suizo, el novelista turco pronunció la siguiente frase: “Un millón de armenios y treinta mil kurdos fueron asesinados en estas tierras, y yo soy el único que se atreve a hablar del tema”. Al decir “estas tierras” Pamuk se refería, por supuesto, a Turquía; y el gobierno del país reaccionó invocando el artículo 301/1 del Código Penal y acusando a Pamuk de “denigrar públicamente la identidad turca”. El caso fue desestimado a principios de año, pero el daño ya estaba hecho. Sus referencias al asesinato masivo de armenios bajo el Imperio Otomano, así como al conflicto kurdo en el sureste del país, levantó una ola de protestas en Turquía.

Ese concepto de libertad de expresión definida por Orwell parece que lo tiene muy claro la Academia Sueca de la Lengua que en los últimos años ha exaltado a autores que a través de su literatura dan cuenta de esas cosas que se quieren tapar y olvidar en el mundo: la exclusión y la muerte industrializada (Imre Kertész: 2002), el racismo (J:M. Coetzee: 2003), la posición de la mujer frente al machismo cultural y político (Elfriede Jelinek: 2004) y ahora el genocidio y las relaciones conflictivas entre Oriente y Occidente.

De lo que si poco ha hablado la prensa es que de nuevo este galardón le fue esquivo al escritor peruano Mario Vargas Llosa. Habrá que esperar que sus declaraciones sobre el nuevo Nobel no sean tan ofensivas y tocadas de envidia como las que pronunció en el 2004 cuando Elfriede Jelinek fue galardonada: “Sólo si se lo merece, leeré a la Nobel”. Porque el nuevo Nobel, si que se lo merece.

No hay comentarios.: